La parte desconocida de la historia de la Antigua Grecia

Edad del Bronce Tardío, siglo XII a.C., Museo Arqueológico Nacional de Atenas | Fuente: Wikimedia Commons

Edad del Bronce Tardío, siglo XII a.C., Museo Arqueológico Nacional de Atenas | Fuente: Wikimedia Commons

Edad Oscura Griega (1200-800 a. C.)

La Edad Oscura griega es el período que siguió al colapso de la civilización micénica, caracterizado por un retroceso cultural, político y económico en Grecia. Este colapso, atribuido a factores como invasiones, terremotos y conflictos internos, resultó en la desaparición de los palacios micénicos, el abandono de muchas ciudades y la pérdida de los escritura lineal B. La población disminuyó drásticamente, y las comunidades que sobrevivieron se redujeron a pequeños asentamientos rurales, donde la vida se centraba en la agricultura básica y la subsistencia.

Durante este período, se perdió gran parte de la complejidad cultural previa. Las manifestaciones artísticas y arquitectónicas declinaron, y las herramientas volvieron a ser predominantemente de hierro en lugar de bronce, lo que marcó el comienzo de la llamada “Edad del Hierro”. Las tradiciones orales jugaron un papel crucial en preservar relatos épicos como los que más tarde inspirarían obras como la Ilíada y la Odisea. Sin embargo, en este tiempo, no hay evidencia escrita directa de las actividades culturales o políticas, lo que explica la denominación de “oscura” para esta era.

Pese a las dificultades, la Edad Oscura también fue un período de transición y cambio. Las comunidades comenzaron a organizarse en pequeños asentamientos que eventualmente evolucionarían en las polis, o ciudades-estado griegas, que caracterizarían la Grecia clásica. Se introdujeron nuevas influencias culturales, posiblemente a través de contactos comerciales con el Cercano Oriente, que reavivaron técnicas artísticas, estilos arquitectónicos y prácticas religiosas. Estas influencias sentaron las bases de la cultura griega posterior, especialmente en términos de organización social y religiosa.

Hacia el final del período, alrededor del siglo VIII a. C., se observa un renacimiento cultural. Esto incluyó la reintroducción de la escritura con el alfabeto griego, adaptado del fenicio, y el surgimiento de monumentos más elaborados. La poesía épica de Homero comenzó a codificarse, y las polis se consolidaron como entidades políticas dominantes. Así, la Edad Oscura, aunque turbulenta y de pérdida inicial, allanó el camino para el surgimiento de la Grecia arcaica y, eventualmente, la clásica.

ATRÁS

Los hechos resumidos abarcan des del 1200 a. C. hasta el 800 a. C.

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