La prehistoria de la Antigua Grecia
La región de los Balcanes fue poblada por seres humanos arcaicos desde tiempos prehistóricos, con evidencia de asentamientos que datan de hace más de 200,000 años. Los primeros habitantes anatómicamente humanos modernos conocidos fueron grupos cazadores-recolectores que vivieron en la región durante el Paleolítico, la era de la piedra, hace aproximadamente entre 70,000 y 40,000 años. Unos de estos grupos pertenecían a las primeras oleadas de humanos modernos (Homo sapiens sapiens) que migraron desde África hacia Europa. Luego surgieron los indoeuropeos que pudieron llegaron a los Balcanes en tiempos tempranos, concretamente la Hélade.
Ya, por el 6000 a. C., destacan los humanos que llegaron a la isla de Creta en pequeños barquitos. Era una tierra muy sísmica, pero se acostumbraron y luego fundarían la primera civilización super importante de Europa poco tiempo después. Se dedicaban básicamente a la ganadería, pesca, agricultura (trigo) y a la caza y recolección, les gustaba vivir en cuevas en un principio, pero ya después en aldeas. Estos primeros habitantes establecieron una base cultural que evolucionaría con el tiempo hacia la brillante civilización minoica (3000-1400 a.C.), famosa por su arte, comercio y arquitectura avanzada. Había clases; sin embargo, destaca el matriarcado donde las mujeres tenían un papel importante, las deidades que veneraban se relacionaban a la naturaleza y la fertilidad. Por el 3000 a. C. lograron desarrollarse considerablemente y fueron la primera civilización muy potente en el mar llegando a comerciar con Egipto y Mesopotamia en el Mediterráneo con puertos como Zakros y Malia.
Los minoicos (2500-1500 a. C.)

Las tierras eran abundantes en madera, comerciaban productos como aceite de oliva, vino, cerámica fina (especialmente del estilo Kamares), textiles, joyas y objetos de metales preciosos, además de productos agrícolas como miel y granos. A cambio, importaban metales como cobre y estaño, marfil y piedras exóticas para sus talleres.
La ciudad Knossos era el mayor centro político y cultural; Phaistos, en el fértil sur de Creta, Gournia, conocida por su planificación urbana y talleres. Estas ciudades-palacio eran núcleos administrativos, religiosos y comerciales interconectados en la isla. Era una sociedad relativamente pacífica y aumentó positivamente; hoy se desconoce poco, incluso de su lengua de la que se cree que pudo haber sido avanzada. Lo cierto es que, con la posibilidad de alguna influencia de Egipto, llegaron a desarrollar la escritura geo glífica por el 2000 a. C., la gran evidencia es el Disco de Festos. hacia otras islas del Mar Egeo, a medida que su influencia y poder crecían. Los minoicos establecieron colonias y redes comerciales en varias islas cercanas, como Cícladas, Rodas, Kos y Naxos, entre otras, y también tuvieron un impacto en la península griega y Chipre. En lo militar hay muy poco, pero tuvieron ciertos choques con los Cícládicas. Estos desarrollaron en las islas del Mar Egeo una cultura distintiva, conocida como laCultura Cicládica, caracterizada por la producción de figuras de mármol estilizadas, especialmente figuras femeninas, que se consideran una de las expresiones más representativas del arte prehelénico. Fueron absorbidos por los minoica.

La figura del Rey Minos es central en la mitología griega y está estrechamente asociada con la civilización minoica. Según la leyenda, Minos fue el legendario rey de Creta, hijo de Zeus y Europa, y gobernó la isla en una época de gran poder y prosperidad. La historia de Minos se mezcla con elementos míticos y es esencial para entender la mitología del Ciclo de Teseo, uno de los más conocidos de la antigua Grecia. La figura de Minos refleja la influencia de la civilización minoica en la mitología griega, donde su imagen de rey sabio y poderoso se fusiona con relatos de criaturas mitológicas y pruebas heroicas. Aunque la existencia histórica de Minos es incierta, su leyenda ha perdurado a lo largo de los siglos como un símbolo de poder y de las complejas relaciones entre los humanos, los dioses y la naturaleza en la antigua Grecia. Es muy famosa la leyenda del Minotauro, con Teseo enfrentándose a la criatura mítica en el laberinto.
Ejemplos destacados de la arquitectura minoica incluyen el Palacio de Knossos, el más grande y famoso, con su estructura laberíntica, patios centrales y sistemas de drenaje avanzados. El Palacio de Phaistos, en el sur de Creta, también tenía un diseño similar, con un patio central y áreas administrativas y religiosas. El Palacio de Malia, en la costa norte, era más pequeño, pero igualmente sofisticado, mientras que el Palacio de Zakros, en el este, destacaba por su tamaño moderado y su enfoque en el comercio con el cercano Oriente. Estos palacios eran centros políticos, comerciales y religiosos, reflejando la complejidad de la civilización minoica.
Es de esta gente el juego de Taurocatapsia, este es quizás el juego más famoso de los minoicos, y se refiere al acto de saltarle al toro. Los participantes, generalmente jóvenes, saltaban sobre los toros en movimiento, agarrándolos por los cuernos o el lomo. Este ritual o deporte estaba vinculado con la valentía, la fuerza y la conexión con la naturaleza, y tenía un gran simbolismo religioso y social. También jugaban a las carreras y luchas, pero los toros era lo que más les encantaban.
Micénicos (1600-1100 a. C.)
Uno de los terremotos más significativos tuvo lugar en Creta fue alrededor del 1450 a.C., durante el auge de la civilización minoica. Este terremoto fue tan devastador que se considera una de las posibles causas del declive del palacio de Knossos y la caída de la civilización minoica. Aunque no hay registros escritos directos que lo confirmen, la evidencia arqueológica sugiere que el terremoto causó daños importantes en los palacios y otras estructuras.
Probablemente, mucho tiempo atrás, nació Helén de Deucallón y Pirra. Helén, según la mitología griega, es el legendario patriarca epónimo de los helenos, el pueblo griego. Según la tradición, Helén era hijo de Deucalión (el sobreviviente del gran diluvio, similar a Noé en la mitología griega) y Pirra, y su nombre se convirtió en la raíz de “helenos”, que agrupa a todos los griegos. Helén vivió en Tesalia y se le atribuye el papel de unificar simbólicamente a las distintas tribus griegas, que posteriormente se identificaron con sus descendientes. Helén tuvo tres hijos principales: Doro, Eolo y Juto. Cada uno de ellos se convirtió en el antepasado epónimo de una de las grandes ramas de los antiguos griegos.
Doro: padre epónimo de los dorios.
Eolo: progenitor de los eolios.
Juto: ancestro indirecto de los jonios y los aqueos a través de sus hijos Ion y Aqueo.
Por otro lado, fuera de la mitología griega, en el milenio II a. C. hubo migraciones de diferentes partes a los Balcanes, esto limitó en parte la expansión minoica en un principio tales como los aqueos (responsables del surgimiento de los micénicos y los primeros en aparecer de las cuatro ramas principales) en el Peloponeso o frigios (hititas) en Anatolia. Los primeros fueron super importantes, especialmente su ciudad Micenas. La formación de los micénicos y su ciudad principal estuvo marcada por la influencia de la civilización minoica, a través de la cual los micénicos adoptaron muchas características culturales, como la escritura Lineal B, que usaban para registrar transacciones y asuntos administrativos. Sin embargo, a medida que avanzaba el tiempo, los micénicos comenzaron a desarrollar su propia identidad, tanto en el arte como en la organización política y militar, llegando a influenciar a los minoicos. Las murallas ciclópeas de Micenas, construidas con enormes bloques de piedra, son un ejemplo de su impresionante capacidad para la ingeniería militar. Comerciaron con Creta y una gran cantidad de pueblos ganando una influencia importantísima.
Los micénicos adoraban a un panteón de dioses que lo minoicos poco conocían, incluía figuras centrales como Zeus, el dios supremo del cielo y el trueno, y su esposa Hera, diosa del matrimonio y la familia. También veneraban a Poseidón, dios del mar y los terremotos, y a Apolo, dios de la música y la profecía. Artemisa, diosa de la caza, y Athena, diosa de la sabiduría y la guerra, eran igualmente importantes, reflejando la importancia de la estrategia y la protección.
Las ciudades micénicas eran centros urbanos fortificados que surgieron en la Grecia continental durante la Edad del Bronce tardía (aproximadamente 1600 a.C. a 1200 a.C.).
Entre las más importantes se encuentran Micenas, Tirinto, Corinto, Gla, Tebas (sí, el mismo de la de Egipto), Pilos, Yolco, y Midea, que estaban organizadas alrededor de grandes palacios y murallas ciclópeas, construidas con enormes bloques de piedra. Estas ciudades eran el núcleo de una sociedad jerárquica y guerrera, gobernada por reyes o basileis. Los palacios, como el de Micenas, no solo servían como residencias reales, sino también como centros administrativos, religiosos y económicos. Las fortificaciones de las ciudades eran impresionantes, diseñadas para proteger a los habitantes de posibles invasiones. Además de ser centros de poder político y militar, las ciudades micénicas también eran puntos clave de comercio y cultura, conectadas con otras civilizaciones del Egeo, como los minoicos y los pueblos del Oriente Próximo. Atenas ya había sido fundada por gentes que ya habían llegado antes, son llamados pelásgicos y la ciudad apenas era un asentamiento de la colina de Acrópolis, por el 1600 a. C. la ciudad empezó a tener importancia debido a la influencia de los pueblos micénicos, luego ya después sería habitada por los jonios (grupos del Ática) después de la Edad Oscura.
El sistema político micénico era feudal en muchos aspectos, con el rey a la cabeza, quien ejercía un control absoluto sobre las tierras, los recursos y la distribución de bienes. Este control se extendía a través de una red de funcionarios y líderes locales que supervisaban las diversas áreas del reino. Los registros administrativos en escritura Lineal B muestran que los palacios tenían una economía centralizada, donde se registraban y controlaban las materias primas (como grano, aceite, textiles) y los productos manufacturados, y se realizaba un sistema de redistribución. Además, los palacios eran los centros de almacenamiento de riquezas y recursos, y desde allí se organizaba la mano de obra, incluidos los esclavos y trabajadores, para la construcción de infraestructuras y la producción agrícola. El papel de la mujer no fue tan importante con los micénicos como lo era con los minoicos, estas se dedicaban a la textilería. Además, los registros indican que los palacios tenían templos y santuarios dedicados a los dioses, y que los rituales y sacrificios eran organizados por la clase dirigente. Estos sacrificios pueden ser ciertos debido a que los minoicos lo practicaban.
La expansión de los micénicos fue notable y se extendió principalmente por el Egeo, influenciando una gran parte de la Grecia continental, las islas del Egeo, e incluso algunas áreas de Anatolia y las costas del Levante. Durante su apogeo, alrededor del 1600 a.C. a 1200 a.C., los micénicos no solo se establecieron en ciudades-estado fortificadas dentro de Grecia, sino que también participaron activamente en el comercio y la conquista de territorios cercanos. Tuvieron una gran influencia cultural y económica sobre las islas del Egeo, como Creta, donde absorbieron elementos de la civilización minoica hacia el 1450 a.C., lo que marcó el fin de la civilización minoica. En parte fue por la erupción del volcán de Thera, causa de muchas catástrofes en el Mediterráneo.
La erupción de este volcán fue causa de muchos problemas para los micénicos. Aprovechando este vacío de poder y el debilitamiento de los micénicos, los aqueos comenzaron a expandir su influencia. Los aqueos, ya presentes en la Grecia continental (en lugares como Micenas, Tirinto y Pilos), aprovecharon esta oportunidad para aumentar su presencia en las islas del Egeo y las costas cercanas. Fueron los principales beneficiarios de la caída de los minoicos y se establecieron como la cultura dominante en la región. Los micénicos la tuvieron difícil, Mesopotamia pasaba por un momento de caos y las migraciones de nómadas bélicos inició un periodo de caos que junto a lo anterior dio inicio al debilitamiento de los micénicos.

Las Guerra de Troya, alrededor del 1200 a. C., famosa por ser narrada en la Ilíada de Homero, refleja las campañas de los micénicos en Asia Menor, donde ciudades como Troya fueron atacadas. Este conflicto muestra el alcance de sus expediciones y cómo su influencia se extendió más allá de las fronteras griegas. También comerciaban activamente con pueblos del Levante y las costas de Asia Menor, llevando su cultura y productos a regiones tan distantes como Egipto y la región de los fenicios. Para empezar, sucedió la fundación de Esparta por los dorianos que se sitúa en el contexto de la migración de estos pueblos hacia el sur de Grecia, segundos en llegar de las cuatro ramas principales, esta migración se extendió durante la Edad Oscura de Grecia. La primera dinastía de Esparta fue la de los Águdai y su primer rey Lelex.
Nota: la Guerra de Troya, según la mitología griega, fue un conflicto épico entre los griegos (o aqueos) y los troyanos, que tuvo lugar en la antigua ciudad de Troya, ubicada en la actual Turquía. La causa inmediata de la guerra fue el rapto de Helena, la esposa del rey espartano Menelao, por el príncipe troyano Paris. Esto desencadenó una alianza de varios reinos griegos, que, bajo el liderazgo de Agamenón, hermano de Menelao, enviaron una expedición militar para recuperar a Helena y castigar a Troya. La guerra duró diez años, con continuos enfrentamientos y un asedio prolongado de la ciudad. Durante la guerra, varios héroes y figuras míticas se destacaron. Entre los más conocidos se encuentran Aquiles, el gran guerrero griego, cuyo cólera ante la falta de reconocimiento por parte de Agamenón le llevó a retirarse del combate durante un tiempo, lo que debilitó al ejército griego. Sin embargo, Aquiles regresó al campo de batalla para vengar la muerte de su amigo Patroclo, matando a Héctor, el principal héroe troyano. La muerte de Héctor fue un golpe devastador para Troya, pero la ciudad aún resistió, apoyada por la intervención de dioses como Apolo y Afrodita que favorecieron a los troyanos. El fin de la guerra llegó gracias a la astucia de los griegos, quienes idearon el famoso truco del caballo de madera. Los griegos fingieron retirarse, dejando un enorme caballo de madera lleno de soldados ocultos dentro como ofrenda a los dioses. Los troyanos, creyendo que la guerra había terminado y que el caballo era un regalo de rendición, lo introdujeron en las murallas de la ciudad. Durante la noche, los soldados griegos salieron del caballo y abrieron las puertas de la ciudad, permitiendo que el ejército griego regresara y destruyera Troya. Esta historia, recogida en parte en la Ilíada de Homero, es una de las leyendas más famosas de la mitología griega.Después de la Guerra de Troya, Grecia experimentó un largo periodo de caos y transformación que finalmente desembocó en la Edad Oscura, aunque también hubo procesos que prepararon el terreno para la recuperación posterior. La guerra, que según la mitología griega tuvo lugar en el siglo XII a.C., tuvo efectos devastadores para los reinos micénicos, que fueron los principales participantes en el conflicto. Al finalizar la guerra, muchas de estas ciudades, como Micenas y Tirinto, fueron saqueadas y destruidas, lo que resultó en la desintegración de su estructura política y social. La destrucción de Troya misma, aunque no se sabe con certeza si fue histórica, marcó simbólicamente el fin de una era de esplendor para las civilizaciones que dominaron el Egeo. Los héroes de la guerra, como Ulises, Agamenón y Menelao, regresaron a sus hogares, pero sus trayectorias estuvieron marcadas por dificultades, asesinatos y conflictos internos. Además, pasó algo importante; llegaron los jonios al Ática (el tercer grupo de las ramas principales, donde finalmente refundarían Atenas) y eolios (cuarto grupo de las cuatro ramas principales) ocuparon Tesalia y Beocia, y también colonizaron partes del noroeste de Asia Menor (Eolia).
Lo cierto es que mientras estos llegaban todo seguía siendo un vacío de poder y el colapso de las estructuras palaciegas en el mundo micénico provocaron un periodo de desorganización en el que las grandes ciudades fortificadas desaparecieron y se perdió la escritura. La economía basada en el comercio y la organización centralizada se vino abajo, lo que empobreció a las regiones que antes prosperaban. Esta falta de cohesión y la interrupción de los canales comerciales fueron factores clave que llevaron a la Edad Oscura, un periodo de estancamiento cultural y social en Grecia.
Durante la misma época en el cercano Oriente, el contexto era distinto. En Mesopotamia, el imperio asirio era una de las principales potencias de la región. A pesar de la caída de algunos grandes imperios como el de Troya en Anatolia, Mesopotamia continuó siendo un centro de poder, comercio y cultura. Durante los siglos posteriores, las fuerzas asirias expandieron su dominio, mientras que, en Grecia, los pueblos darianos se desplazaron hacia el sur y establecieron nuevas bases en el Peloponeso, lo que resultó en una reorganización y reconfiguración de las estructuras políticas en Esparta y otras áreas, marcando un cambio importante hacia un nuevo tipo de gobierno, aunque la estabilidad completa tardó en llegar.