La dinastía ptolemaica del Antiguo Egipto

Periodo Helenístico (332-30 a. C.)

Mosaico de Alejandro (detalle), Casa del Fauno, Pompeya| Fuente:  Wikimedia Commons

Mosaico de Alejandro (detalle), Casa del Fauno, Pompeya| Fuente: Wikimedia Commons

Alejandro Magno fue considerado un salvador de Egipto y muchos le otorgaron el título de faraón tras librarles de los persas. Lo primero que hizo en Egipto es construir una nueva ciudad, Alejandría, la cual pasaría a ser la ciudad principal de Egipto y de las principales de su imperio. Esta incluye el Faro de Alejandría (otra de las Siete Maravillas del Mundo Antiguo), el Seropeo de Alejandría. Fundó la dinastía ptolomeica al dejar a uno de sus diádocos, Ptolomeo I Sóter. Lastimosamente Alejandro Magno murió en el 323 a. C., pero su imperio pasó a control de su gente, los macedonios.

La estatua de Ptolomeo I, el faraón del antiguo Egipto, se encuentra ahora en el Museo Británico de Londres

La estatua de Ptolomeo I, el faraón del antiguo Egipto, se encuentra ahora en el Museo Británico de Londres

Autor: Ollie Bye

Autor: Ollie Bye

Ptolomeo I Sóter, tomó el control de Egipto y lo convirtió en su base de poder. Como estratega habilidoso, aseguró Egipto mediante alianzas y fortificaciones, trasladó el cuerpo de Alejandro a Alejandría para legitimar su gobierno, y fundó la dinastía ptolemaica. Administrativamente, reforzó la economía egipcia mediante la mejora de los sistemas agrícolas y comerciales, y fomentó la cultura helenística, consolidando a Egipto como un centro de poder durante su reinado. Sin embargo, Egipto no era totalmente independiente del Reino de Macedonia que ahora pasó a los diadocos, Ptolomeo I, uno de ellos, reinó en Egipto, como he dicho, adicionalmente tenía Celsiria, Chipre, Fenicia y partes de Libia.

Los diadocos entraron en conflicto puesto que unos querían dividir el reino y otros tomar cada uno su porción. Este hecho es llamado la guerra de los diadocos en la que Ptolomeo I estaba involucrado. Este se alió con los diadocos Lisímaco de Tracia y Casandro de Macedonia para ir contra Antigóno I que perdió ante estos a final de siglo. Ptolomeo I murió por el 385 a. C. y el siguiente faraón fue un griego Ptolomeo II Filadelfo, el cual llevaría a Egipto al dominio griego por todo el resto del periodo.

Ptolomeo II Filadelfo transformó a Alejandría en el epicentro de la cultura y el conocimiento del mundo antiguo. Bajo su reinado, la famosa Biblioteca de Alejandría y el Museo alcanzaron su máximo esplendor, atrayendo a los mejores pensadores y artistas de la época. Gracias a esta biblioteca hoy se sabe mucho de la historia y del Antiguo Egipto. Además de fomentar el comercio marítimo y la agricultura, Ptolomeo II consolidó su poder político a través de alianzas matrimoniales estratégicas, como la que unió con su hermana Arsinoe II. Su gobierno, aunque próspero, estuvo marcado por intrigas cortesanas y luchas por el poder, lo que refleja la complejidad de la política en el mundo helenístico.

Biblioteca de Alejandría

Biblioteca de Alejandría

Tras la muerte de Ptolomeo II, su hijo, Ptolomeo III Evergetes I, ascendió al trono. Este nuevo faraón continuó con muchas de las políticas de su padre, manteniendo a Alejandría como un centro cultural y económico de primer orden. Sin embargo, el imperio ptolemaico comenzó a enfrentar nuevos desafíos y luchas internas que marcarían una nueva crisis en Egipto ahora con los griegos. Con Ptolomeo IV Filopátor comenzó la crisis, puesto que el comercio en el levante se complicó debido a las ambiciones de los seleúcidas de Antíoco III el Grande y con los nubios molestando por el sur.

Ptolomeo V Spífanes gobernó durante veinticuatro años, experimentando la pérdida de territorios importantes como Celesiria y Judea tras la derrota ante los seléucidas en la batalla de Panio (198 a.C.). Enfrentó revueltas internas en Egipto, tanto de campesinos como de sacerdotes, descontentos con los altos impuestos y el gobierno central. Su hijo, Ptolomeo VI Filometor, ascendió al trono siendo niño, desencadenando luchas de poder entre regentes y ministros. Su reinado estuvo marcado por conflictos con el Imperio Seléucida, en particular la invasión de Antíoco IV Epífanes, quien ocupó partes de Egipto y sometió a Ptolomeo VI bajo su control temporal. Estas disputas aumentaron la injerencia de Roma en los asuntos egipcios, consolidando su influencia como árbitro en la región. Ptolomeo VII Neos, Ptolomeo VIII Fiscón, Cleopatra II Filometor apenas duraron, mientras que Ptolomeo Apión enfrentó numerosos problemas durante su cuarto de siglo de reinado. Egipto continuó perdiendo terreno, rodeado de múltiples enemigos para el año 150 a.C.

Sucesivamente fue muy común las disputas internas por el trono, con enfrentamientos violentos entre hermanos, esposos y co-gobernantes, lo que fomentaba inestabilidad política. Además, el uso del matrimonio endogámico, como las uniones entre hermanos, buscaba preservar el poder, pero generó tensiones y conflictos dentro de la familia. La dinastía también enfrentó frecuentes revueltas internas, impulsadas por campesinos, sacerdotes y élites egipcias descontentas con los altos impuestos y la dominación extranjera. A nivel externo, sufrieron la presión de potencias rivales, como los seléucidas, y más tarde, la creciente intervención de Roma, que erosionó su soberanía. Roma para el 60 a. C. rodeaba a Egipto en las fronteras del norte, quitándole Chipre en el 56 a. C.

Para el año 55 a. C., Roma era encabezada por un poderoso grupo, me refiero al Primer Triunvirato, alianza política informal entre Cayo Julio César, Cneo Pompeyo Magno y Marco Licinio Craso. Estos dos primeros, tras la muerte del familiar que unía, entraron en un conflicto que llevó a Roma a su Segunda Guerra Civil. La ruptura de la alianza se quebrantó aún más tras la muerte de Craso en la batalla de Carras (53 a.C.) y el distanciamiento entre César y Pompeyo. César cruzó el Rubicón en el 49 a.C., desafiando al Senado y provocando el conflicto. Pompeyo, apoyado por las fuerzas senatoriales, fue derrotado por César en la batalla de Farsalia (48 a.C.), consolidando a este último como dictador. Pompeyo fue acecinado por un romano que estaba en Egipto, lo hizo con órdenes del faraón que en aquel entonces era un niño, Ptolome XIII Philoptor. Cesar llegó a Egipto en el 48 a. C. y se enteró de la muerte de Pompeyo. Los egipcios creyendo que le habían hecho un favor le mostraron la cabeza de este, pero eso no le gustó. Cesar luchó contra Pompeyo, pero él pensaba matarlo porque seguía siendo un querido amigo. Por otro lado, se piensa que la biblioteca de Alejandría fue destruida por Cesar, pero es muy poco probable según las fuentes históricas, lo más aceptado es que esta biblioteca decayó bastante por las diferentes circunstancias.

Cesar descubrió, gracias a la tradición de los Ptolomeo, que el trono estaba en disputa por la hermana del faraón, Cleopatra VII, a la cual tenían de esclava. Cesar la subió al trono egipcio y quitó al joven faraón y sus partidarios del trono. De paso llegó a tener un hijo con la faraona. Sin embargo, él no se quedó mucho en Egipto y volvió a Roma para restaurarla debido a la guerra civil que apenas había ganado. Si os interesa saber que pasó después con Julio Cesar os invito a visitar el siguiente artículo.

Egipto mantuvo su independencia, con estrecha relación con Roma por los productos comerciados. Cleopatra VII implementó reformas para fortalecer su poder y restablecer la estabilidad en Egipto. Administrativamente, reforzó el sistema fiscal para mejorar la economía egipcia. Además, recuperó el control sobre los templos y la administración religiosa, fortaleciendo su legitimidad como faraona. Durante su reinado, promovió el comercio, especialmente con Roma, y aprovechó su relación con César para asegurar apoyo político y militar, consolidando cierta independencia de Egipto frente a Roma.

Sin embargo, Cesar fue asesinado en 44 a. C., y el poder de Roma quedó en disputa entre su mejor colega, Marco Antonio y el joven sobrino de Cesar. Estos tras unirse primeramente para matar a los asesinos de Cesar decidieron hacer el Segundo Triunvirato en el 43 a C, Octavio, Marco Antonio y Lépido. Estos tres se dieron poderes extraordinarios para gobernar y eliminar a sus enemigos, lo que les permitió llevar a cabo una serie de proscripciones, matando a muchos opositores y consolidando su control sobre Roma. Derrotando a los conspiradores contra Cesar como Bruto y Casio en la batalla de Filipos en 42 a.C. Además, estos tres dividieron el control del Imperio Romano en tres áreas principales.

Octavio recibió el control de Italia y Occidente, incluyendo la provincia de Hispania;

Lépido obtuvo el control de África, aunque su poder era más limitado y su influencia disminuyó rápidamente;

Marco Antonio se encargó de las provincias orientales, incluidas Asia Menor y Egipto, lo que le permitió establecer una relación estrecha con Cleopatra VII.

Esta relación fue amorosa, pero muy estratégica. Marco Antonio no estaba muy convencido de Octaviano y por ello tomó una región a la cual pudiese hacerle frente y estar con su amada Cleopatra VII.

El encuentro de Antonio y Cleopatra, 41 a.C. | Autor: Lawrence Alma-Tadema

El encuentro de Antonio y Cleopatra, 41 a.C. | Autor: Lawrence Alma-Tadema

Se cuanta mucho que la vida de estos dos estaba llena de lujos con banquetes, celebraciones y orgías sexuales grandes muy escandalosas. Ambos evitaban comerciar con Roma el valioso grano para que estos vieran el gran pode que tenían; sin embargo, tras muchos años sin avances, Octaviano junto al senado vencieron a Marco Antonio y a Cleopatra VII una década después, en la batalla de Actium del 31 a. C. en el contexto de la Cuarta Guerra Civil de Roma. Marco Antonio terminó suicidándose y Cleopatra VII también. Roma se quedó con Egipto ahora con la creación de un nuevo estado, el Imperio Romano.

ATRÁS

Los hechos resumidos abarcan des del 332 a. C. hasta el 30 a. C.

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