Historia, administración y sociedad de Chile en el siglo XVII
El siglo XVII en la gobernación de Chile se destaca por la rebelión de los mapuches de 1698 y la destrucción de las siete ciudades que administraba la capitanía General de Chile como parte del Virreinato del Perú. En el año 1600 tuvo lugar el Combate de Castro, donde los españoles expulsan a los huilliche y a los holandeses de la isla de Castro.
Tras la muerte del gobernador Martín Óñez de Loyola, le siguieron Pedro de Viscarra, Francisco de Quiñones y Alonso de Ribera; este último duró más que los otros y básicamente todos se dedicaron a la reconstrucción de las ciudades, de él se cuenta que estuvo a punto de ser asesinado por su mujer.
Alonso García Ramón regresó al cargo por cinco años, desde 1605 hasta 1610. Con refuerzos adicionales, llevó a cabo una campaña en Arauco en 1606, logrando sitiar algunos establecimientos mapuches y rescatando a varios secuestrados, incluyendo mujeres con hijos. A pesar de sus esfuerzos por reconstruir La Imperial, los resultados fueron limitados. La batalla de Boroa resultó en una victoria mapuche, con la muerte de españoles en una emboscada, con cifras que oscilan entre 120 y 163. En los años siguientes, se reconstruyeron algunos fuertes y se adoptó una táctica defensiva. Alonso García de Ramón falleció enfermo en la Concepción; Luis Merlo de la Fuente asumió el cargo por un año, al igual que Juan de la Jaraquemada. Durante este periodo, se permitió la esclavitud mapuche, la cual fue abolida a finales de siglo.
Alonso de Ribera regresó en 1612 con un enfoque defensivo por las órdenes del virrey, construyendo fortificaciones ante la amenaza neerlandesa. Su mandato concluyó en 1617. Posteriormente, Fernando Talaverano Gallegos, Cristóbal de la Cerda, Cristóbal de la Cerda y Sotomayor, Pedro Osores de Ulloa y Francisco de Álava y Nureña asumieron el cargo sucesivamente hasta la llegada de Luis Fernández de Córdoba y Arce en 1625. Estos años representaron una época de relativa paz, destacando la importancia de la frontera delimitada por una línea, restringiendo la ocupación al interior de las ciudades y no en territorio mapuche.
Y ya que hubo paz, vale la pena que mencionar un poco de la vida chilena en tales tiempos españoles. A la cabeza estaba el rey de España junto a la Cedula Real, estos tenían al Consejo de Indias que regía las leyes, especialmente hacia los indios. Luego estaban los virreinatos en los que había un virrey elegido por el rey. El primer virreinato fue el de Nueva España en 1521, el de Perú en 1542, el de Nueva Granda de 1717 y el del Río de la Plata de 1776. Otras entidades regían cierta autonomía, pero mayormente eran dependientes de los virreinatos.
Administración de América en el dominio español
Luego estaban las reales audiencias, que mayormente se encargaba de que las ordenes reales se cumpliesen, aunque hubo mucha corrupción. Un ejemplo de las reales audiencia puede ser la Real Audiencia de Panamá, la Real Audiencia de Santafé de Bogotá, la Real Audiencia de Quito o la misma Real Audiencia de Santiago de Chile.
En otro apartado estaban las capitanías generales, que mayormente eran las entidades de las guarniciones en las zonas más belicosas como en Chile con la Capitanía General de Chile, en México con la Capitanía General de Yucatán o en Cuba con la Capitanía General de Cuba. Estas entidades eran dirigidas por un gobernador elegido por el virrey o por el rey. Los virreinatos tenían gobernaciones que se encargaban de gobernar zonas más pequeñas. Estas entidades dividían el territorio en ciudades, comunas, provincias, municipios, villas, corregidores, o barrios llamados republicas o establecimientos que variaba mucho en las zonas.
Aquí entra el mercantilismo, cuyo fin era llenar las arcas españolas a través de bienes y materias primas producidas en América ya sea a base de las minas, tesoros o agricultura o ganadería, entre otras cosas. El comercio lo tenía totalmente España y en algunos productos mucho más como el tabaco. Por ejemplo, en Chile mayormente se producía granos, destaca también el sebo, charqui y cuero.
Se cobraban impuestos, destaca el Quinto Real, o el de trabajo forzoso; aquí por ejemplo los negros podían pagar su libertad. La mita también fue popular, sobre todo en Chile algunos indios debían cumplir la obligación de ir a trabajar a las minas de Potosí, aunque este impuesto desapareció rápido. Los indios tenían la obligación de trabajar cierto tiempo y se les pagaba un salario, los encomenderos eran los que se encargaban de que esto se cumpliese, en contraparte estaba los protectores de indios que abecés eran caciques. En Chile existió el capitán del amigo, un hombre español o mestizo que vigilaba las tribus que no eran sometidas por los españoles, en los mapuches casi siempre existió.
Estaban, como creo que ya se sabe, los caucásicos, criollos, nativos americanos o amerindios, mestizos, negros, mulatos. Mayormente eran hombres los españoles, por lo que en Chile solían casarse y tener hijos con nativas.
La evangelización era un trabajo de las misiones, en Chile fueron mayormente jesuitas y dominicas. En la educación indios, españoles y mestizos estudiaban en las mismas universidades y escuelas en los que se enseñaba castellano y el latín, gramática, filosofía, matemáticas y retórica. El convento dominico de Santiago comenzó a funcionar como la Universidad de Santo Tomás en 1622, siendo la primera de todas.
Los indios o familias recibían tierras en las que producían su propia sustentación y pudiesen pagar los impuestos que los encomenderos debían cobrar. Fue muy común que muchos indios se librasen del trabajo forzoso, sobre todos los que obtuvieron grandes tierras, en Chile y también Argentina y Ecuador las encomiendas desaparecieron a mediados del siglo XVIII.
Guerra de Arauco en el siglo XVII
Luis Fernández de Córdoba, gobernación en la que estuvo la batalla de Cangrejeras. Juan Fernández Rebolledo fue el general que participó en la batalla y en la que perdieron tras una contraofensiva, por lo que el gobernador decidió renunciar a su cargo. En 1529 le remplazó Francisco Laso de la Vega, que tomó el cargo desde 1629 y 1639 y su gobierno tuvo mucho éxito contra los mapuches, derrotándolos en la importante Batalla de La Albarrada. También hizo muchas reconstrucciones y fue debido a la paz de esos años.
De estos tiempos destaca La Quintrala o Catalina de los Ríos y Lisperguer. Se cuenta de ella que fue una mujer muy rica de Chile al heredar las riquezas de su padre al que asesinó, también fue muy cruel con sus sirvientes y asesinó a muchos de sus amantes. Hay muchas fuentes chilenas que hablan de esta mujer tanto como de Suarez de Inés.
Francisco López de Zúñiga y Meneses fue el siguiente gobernador, hizo varias campañas contra los nativos y ayudó con soldados a la Gobernación de Buenos Aires en los constantes ataques que recibía por la guerra entre Portugal y España en tales tiempos. Sus últimos años tuvo que hacer frente a los ataques neerlandeses. En 1646 lo reemplazó Martín de Mújica y Buitrón que tuvo que asumir las consecuencias del terremoto del siguiente año en Santiago de Chile. Su gobierno duró hasta 1649 y está marcado por corrupción y ejecución de mapuches en el Parlamento de Quilín. El gobernador murió tras un banquete en Santiago después de comer una ensalada. Nadie sabe por qué lo envenenaron, pero la corrupción dice bastante.
Alonso de Figueroa y Córdoba tomó el cargo y duró poco más alrededor de un año. Antonio de Acuña y Cabrera, su gobernación fue un fracaso, perdió Desastre de Río Bueno, la pérdida de muchas vidas, la hambruna llevó a que las personas siguiesen.
En 1656 fue destituido por Pedro Porter Casanate que tenía muy buena experiencia militar, tuvo algunas victorias contra los mapuches como la Batalla de Conuco y tuvo que socorrer el terremoto de la Concepción de 1657 que dejó más de 40 muertos. En noviembre del 1561 ocurrió la Batalla de Curanilahue, donde los españoles dieron prácticamente fin a la guerra, capturaron al cacique y sometieron a todas las tribus mapuches y aliadas, incluso estas se vieron obligadas a buscar acuerdos de paz cuando vieron que los españoles arrasaron con todos. Pedro Porter Casanate murió enfermo, lo que impidió que continuara con su trabajo, escribió también varias obras como elArte de navegar.
Le siguió Diego González Montero y Ángel de Peredo; este último fundó la ciudad de Lota. En 1564 llegó Francisco de Meneses Brito, que duró 5 años; en su gobierno tuvo un Magallón de problemas que terminó en su destitución a partir de la muerte del rey de España. Finalmente murió cuando estaba en investigaciones. Diego Dávila Coello mejoró mucho la seguridad de las ciudades, pero ates de hacer mejor su trabajo fue destituido por la regente del rey de España, Carlos II. Diego González Montero tomó el cargo por meses, pero tuvo que retirarse.
En 1670 llegó Juan Henríquez de Villalobos en tiempos de relativa paz, fue nombrado por Mariana de Austria, la madre y regente de Carlos II. Se cuenta que fue corrupto, pero eran tiempos de paz y tranquilidad. El gobernador se la pasó casi doce años en conflicto con los oidores de la Real Audiencia de Santiago, algo muy común en las reales audiencias. En sus inicios está la expedición del neerlandés John Narborough a Chile en 1670 con fines comerciales con las colonias españolas, John estuvo en el puerto de Valdivia y en terreno que hoy es argentino. De estos años también es el Parlamento de Malloco, un trato entre mapuches y españoles.
José de Garro le siguió y duró una década, en su gobierno tuvo que limitarse a hacer campañas contra los mapuches debido a órdenes mayores, pero en lo militar expulsó a los ingleses que molestaban por la zona. De su gobierno está la construcción del Castillo de San José. Otras contribuciones en Chile del siglo XVII está Iglesia de la Compañía (Santiago de Chile), Iglesia de la Virgen de la Inmaculada Concepción (Guallatire), Iglesia de San Agustín (Santiago de Chile), Iglesia de San Francisco (La Serena), Castillo de Niebla (Valdivia) o la Casa de Velasco (Santiago de Chile).
El último gobernador del siglo fue Tomás Marín González de Poveda, desde 1693 hasta 1700. La ciudad de Rengo y la de Chimbarongo fueron fundada en estos años, pero también tuvo campañas contras los mapuches y ataques piratas. Tuvo que tratar con problemas que venían dándose en la Real Audiencia de Chile desde La Recopilación de Leyes de Indias de 1680 que decía las limitaciones en los cargos. Tomás Marín fue remplazado por Francisco Ibáñez de Peralta en el año 1700, un nuevo siglo iniciaba.