Historia del Antiguo Egipto: Primer y Segundo Periodo Intermedio e Imperio Medio

Primer Periodo Intermedio (2181-2055 a. C.)

El periodo intermedio inició con la VII Dinastía de la cual apenas sabemos su lista de reyes. Se sabe, ante mano, a la historia de la VI Dinastía que este periodo fue abarcado por la crisis económica desde aquel entonces. Las malas condiciones climáticas, religiosas y políticas llevaron a Egipto a un bajón durante este periodo. Además, las dos regiones, el Bajo Egipto y el Alto Egipto empezaban a dividirse como lo fueron en los comienzos, a esto se le añade una influyente inmigración de gentes procedentes de Canaán. Gran parte de estos hechos se narran en los Lamentos de Ipuur.

El gran problema de esta crisis vino con el trabajo forzoso en el que los faraones llevaron al querer hacer muchas construcciones. Fue por esto que durante este periodo no hubo muchas pirámides debido a la necesidad de restaurar el imperio, por lo que hubo hipogeos y mastabas. Hubo muchas sequías y las condiciones religiosas y políticas habían dividido el imperio.

“No hubo una VIII Dintastía”, esta confusión se originó con la escasez de información del periodo. Algunos egiptólogos dicen que la VIII y la VII Dinastía eran la misma. Lo cierto es que la VIII Dinastía es mencionada en algunos textos y en la lista real de Abidos (una de las listas antiguas de faraones), por lo cual actualmente no se consideran estas dos dinastías una sola. Finalmente, estas dinastías fueron las últimas en gobernar en la capital de aquel entonces, Menfis; que había encontrado competencia con los sacerdotes de Heracleópolis Magna en el Bajo Egipto.

Heracleópolis Magna se destacó durante el final de la VI Dinastía y a lo largo de la VII Dinastía y la VIII Dinastía, prácticamente durante la fragmentación política y regionalismo, tras el colapso de la autoridad centralizada de la capital, Menfis.

Para el año 2100 a. C. Egipto estaba casi que dividida; sin embargo, los faraones mantenían cierta autoridad en el Alto Egipto pese a las luchas. Durante la IX Dinastía y X Dinastía hubo muchas caídas de poder, luchas de gobernantes e incluso sacerdotes por el poder. Los sacerdotes de Heracleópolis habían ganado demasiada importancia y habían empobrecido el poder del faraón e incluso surgieron faraones del lado de esto, como lo fue en la X Dinastía. Todo iba a la corriente del río Nilo hasta que paralelamente gobernantes del Alto Egipto fundaron la XI Dinastía y establecieron su capital en Tebas.

Imperio Medio (2055-2782 a. C.)

Tras una lucha entre la X Dinastía (Bajo Egipto) y la XI Dinastía del Alto Egipto, estos últimos ganaron y lograron unificar una vez más el imperio alrededor del año 2000 a. C. El faraón Mentuhotep II restauró la religión convirtiendo a Osiris en la divinidad principal, también permitió el enterramiento divino a las clases media y les dio nuevos títulos a algunos dioses, especialmente a los más gustados de su región, el Alto Egipto, como Amón, Jonsu, Mut… Este faraón trató de devolver las tradiciones del Antiguo Egipto y al parecer eso gustó mucho entre la gente y facilitó la restauración. También tuvo que lidiar con sacerdotes del Bajo Egipto, a los cuales persiguió y ejecutó. Se volvieron muy comunes durante este periodo los textos de los sarcófagos.

El Alto Egipto y sus nomos.

Se mejoró el comercio con la restauración de rutas y relaciones, especialmente en Nubia, aunque también en Mesopotamia con sirios e hititas. Restauró los ejércitos e hizo frente a las migraciones de hicsos que tras su muerte trajeron otros problemas. Antes de finalizar esta dinastía se hicieron algunas construcciones como los templos de Mentuhotep I, sus estatuas sedentales, tumbas, templos y algunos palacios. También construcciones de sus hijos faraones. Mira aquí la historia y costumbres de las antiguas civilizaciones de Mesopotamia.

Mira aquí la historia y costumbres de las antiguas civilizaciones de Mesopotamia..

La XII Dinastía inició en 1991 a. C., es decir, hace más de 4000 años. Amenemhat I arrebató el trono y se convirtió en el primer faraón de su dinastía. Fue con este faraón que muchos marcan el inicio del Imperio Medio. Esto vino acompañado de una crisis que para muchos es sucesoria a la anterior por el poco tiempo de su restauración. Pese a esto, este mismo faraón restauró su conflicto, hizo muchas cosas buenas y en su bibliografía es muy caracterizado por eso.

Amenemhat I emprendió una serie de reformas administrativas para fortalecer el poder central. Una de sus primeras acciones fue crear una estructura burocrática más eficiente y consolidar el control sobre las provincias del Alto Egipto y Bajo Egipto. El faraón también reorganizó el sistema de impuestos y de trabajo forzado, lo que le permitió aumentar los recursos para el estado. Una de sus medidas más conocidas fue la centralización del poder en la figura del faraón y su familia. Continuó el comercio de los Mentuhotep. También tomó medidas para limitar el poder de los nobles y visires locales, fortaleciendo su propia autoridad y luchó contra tribus amenazantes. Tal vez lo más destacado fue que cambió la capital a una nueva ciudad fundada por él mismo, Itjtawy, que destacó junto con Tebas. Sin embargo, este faraón murió asesinado y su pirámide hoy en día parece una montaña.

La dinastía continuó con su hijo, Senusret I (Sesostris I), pese a los muchos problemas que tenía con los que querían usurpar el poder. Su reinado se extendió desde el 1971 a. C. hasta el 1926 a. C. y se caracteriza por sus campañas en Libia y otras zonas en las que consiguió muchas riquezas. Su historia es recordada hoy en día en gran parte gracias al Relato de Sinuhé. También destaca la obra hidráulica para el lago Moeris, lo que mejoró mucho la agricultura.

La Dinastía XII continuó con los faraones Sesostris II, Sesostris III, Amenemhat II y otros, quienes expandieron el imperio, consolidaron el poder central, llevaron a cabo exitosas campañas militares y mantuvieron la estabilidad política y económica de Egipto. Esta parte de la historia se caracteriza por un alto grado de centralización administrativa, la expansión de Egipto en Nubia y noroeste de Arabia trajo un florecimiento del comercio internacional. La Dinastía XII dejó un legado duradero de prosperidad y cultura que se mantendría a lo largo de las siguientes dinastías del Imperio Medio. De Creta se trajo mucha cerámica, mientras que de Biblo se trajo mucha madera.

Estas conquistas y la fortificación de las fronteras (como la de Buhen), la conquista y control del Sinaí, País del Punt y las rutas comerciales del Este enriquecieron a Egipto y le trajeron reconocimiento de Mesopotamia siglos después. Por este periodo continuaron las campañas en el Levante (Siria y Canaán). Esta dinastía terminó en 1802 a. C. con Sobekneferu junto con su hermana. La siguiente dinastía se originó debido a la muerte temprana de los sucesores de Amenemhat IV, marcando el inicio de un nuevo periodo de inestabilidad.

Segundo Periodo Intermedio (1780-1580 a. C.)

La XIII Dinastía tuvo muchos emperadores, pero ninguno estuvo a la altura, pues duraban poco y hacían poco. Gobernó en un momento de debilidad y fragmentación del Antiguo Egipto, caracterizado por la falta de poder centralizado y el crecimiento de las influencias extranjeras, particularmente de los hicsos. Con esto comenzaría un periodo oscuro, caracterizado por conflictos políticos debido a la descentralización del imperio.

Fue una época de caos e inestabilidad política, aunque más adelante habría peores. El Estado se fragmentó en varias regiones gobernadas por dinastías locales, y el poder faraónico se debilitó tras la invasión de los hicsos y otros pueblos extranjeros. Además, los sacerdotes de Tebas adquirieron mucha influencia, y Egipto enfrentó invasiones de libios y nubios.

Se cuenta por los expertos que la XIV Dinastía estuvo formada por muchos príncipes y que muy pocos fueron faraones de facto en el Bajo Egipto. Todo estuvo muy disputado hasta que los hicsos fundaron la XV Dinastía con capital en Avaris, aportando nuevas tácticas militares. En el Alto Egipto, los nubios tomaron el control de algunas ciudades.

Esta dinastía finalizó en 1550 a. C., momento en el que probablemente se empezaron a escribir los primeros registros del Libro de los Muertos. Simultáneamente, en Tebas, la XVI Dinastía gobernó entre 1650 y 1580 a. C., durante la segunda fase de la invasión hicsa, consolidando aún más el dominio hicsos en el delta del Nilo.

Los egipcios de Tebas reaccionaron y, liderados por Kamose y posteriormente por Ahmose I (hermano de Kamose), fundaron la XVIII Dinastía en plena guerra. Ahmose I continuó la lucha, expulsó a los hicsos del Delta y restauró la unidad del imperio.

Nota: algunos estudiosos sugieren que los eventos del Éxodo pudieron haber ocurrido en un contexto similar al de la Dinastía XVII, debido a la presencia de invasores extranjeros en Egipto durante esa época.

ATRÁS

Los hechos resumidos datan desde el año 2181 a. C. hasta el año 1580 a. C.

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