El Ecuador del siglo XVIII, del Virreinato del Perú al Virreinato de Nueva Granda

Tras dos años de guerra en España, a la Gobernación de Quito llegó Francisco de López de Dicastillo que gobernó tres años en Quito; hasta su fallecimiento en 1707. Su gobierno fue muy pacifico sin considerar lo que pasaba en España y sus repercusiones; hizo mucho por los indios dejándolos libres y quitando encomiendas. También Guayaquil quedó dividida en dos ciudades debido a la destrucción de la principal a manos piratas. Juan de Zozaya y Lecuberria tomó el cargo luego, por siete años. Juan es conocido por ser seguidor el la Orden de Santiago, probablemente a causa de fueron otros siete años pacíficos en el Ecuador, sin considerar las sublimaciones y los intentos ataque de piratas. Además, Portoviejo pasó a tener mucha dependencia de Guayaquil, ciudades que en 1710 fueron conectadas con el Puente de las Ochocientas Veras.

En 1714 llegó Santiago de Larraín, un año después llegó la noticia del final de la Guerra de la Sucesión de España, en 1717 se creó el Virreinato de Nueva España por los Borbón debido a que la comunicación de Bogotá y Quito a Lima no resultaba mejor si se creara un Virreinato aparte, entre otras cosas. Para entonces Bogotá sería la capital de virreinato, Carcas la capitanía general (las fuerzas o guarniciones) y Quito seguiría teniendo la Real Audiencia principal, rol que cumplía el Virreinato del Perú. Pero a comienzos los oidores de Quito dudaban si les resultase mejor seguir siendo parte de Perú, pero no importasen lo que hiciesen, pues al final se debía hacer lo que los Borbón dijesen. El asunto fue ignorado, pues España estaba en guerra con Francia, Inglaterra, Países Bajos y Alemania.

A Santiago de Larraín (familia Larraín) le siguió en 1718 Juan de Zozaya por algo más de dos años, con él se le concedió a Quito seguir en el Virreinato del Perú, pero dio igual al final porque el Virreinato de Nueva Granada fue quitado en 1723 debido a los problemas económicos causados por la guerra.

Tras la segunda gobernación de Santiago, llegó en 1728 Dionisio de Alcedo Herrera que se dedicó básicamente a poner orden durante sus años de reinado. Había un bajón económico y el obraje había disminuido. Por estos años Portoviejo había sufrido un bajón económico crítico y desorden administrativo que llevó a que muchos hombres ricos, criollos y españoles se hubiesen mudado a otras ciudades que habían tomado más importancia, como Guayaquil, Latacunga u otras que hoy no son parte de Ecuador. Guayaquil seguía creciendo y tomando demasiada importancia llegando a destacar algunos de sus corregidores como Juan Roque de Ahumada y Juan Miguel de Vera y Gastelú.

En 1736 llegó al cargo de gobernador de Quito, José de Araujo y Río. De su gobierno fue la misión geodésica francesa que terminó con que Ecuador estaba la línea que divide los hemisferios (de ahí que es la mitad del mundo). Luchó contra el contrabando y trato de apaciguar revueltas y hacer nuevas relaciones y rutas comerciales.

En 1740 se volvió a establecer el Virreinato de Nueva Granada y Quito pasó a ser la real audiencia. Esta vez Caracas fue puesto bajo autonomía de la Capitanía General de Santo Domingo que era del Virreinato de Nueva España, apenas dependiente. Aquí un mapa del terreno de Quito.

Mapa antiguo de la jurisdicción de la  Audiencia de Quito | Autor: Francisco Requena y Herrera

Mapa antiguo de la jurisdicción de la  Audiencia de Quito | Autor: Francisco Requena y Herrera

Guayaquil seguía mejorando en esos años y la población había aumentado; sin embargo, los ataques y saqueos piratas no cesaban debido a la guerra de la Sucesión Austriaca que involucraba a España (en efecto, a los puertos de América). Una epidemia, la fiebre amarilla atacó entre 1742 y 1743.

En 1744 y 1715 Manuel Rubio fue gobernador interino hasta que en marzo del 1745 fue puesto por el rey de España: Félix Sánchez de Orellana hizo mejoras y lidió con problemas sociales en el Ecuador y que logró resolver a la altura. Juan Pío de Montúfartomó el cargo durante la nueva guerra que pasaba España, la Guerra de los Siete Años, y los terremotos de 1757 y 1760. También hizo mucho por hacer menos gastos y así ayudara a España, pero no lo logró, pues los terremotos se llevaron los gatos en las reconstrucciones.

En 1761 llegó Manuel Rubio nuevamente, en ese año Guayaquil pasó de ser simplemente un corregimiento a una gobernación con ayuda del virrey de Nueva Granda, Pedro Mesía, pero fue al siguiente año que el rey de España, Carlos III, lo aprobó. Ahora, en lo que hoy es Ecuador, había dos gobernaciones importantes.

Fue con la gobernación Juan Antonio Zelaya que sucedió Revolución de los Estancos en donde productos como el tabaco y licor habían subido por los impuestos, además eran productos monopolizados en los estancos por los españoles. Esto enejó a muchos criollos e indígenas que se levantaron contra los españoles peninsulares. Esto terminó cuando el virrey de Nueva Granda ordenó bajar los impuestos. Ese mismo año en Guayaquil ocurrió algo terrible, un incendio en el que más de 160 casas terminaron quemadas; sin embargo, aunque no parece abismal, esto trajo muchos gastos económicos que dejarían en ruinas a Guayaquil y n siendo mejor que Quito hasta la fecha de hoy, y también gastos para Nueva Granada y España. La reducción de la población en poco más de un 75%, pues esto dejó a muchos en ruinas.

José Diguja asumió el cargo entre 1767 y 1778, debiendo expulsar a los jesuitas de las zonas de Quito debido a una orden del rey de España; pues sus ideologías ya no quedaban bien en buen ojo europeo. Sus posiciones pasaron a los franciscanos, por ende, la educación. José era ya un anciano en esos años, se tomaba casi todo con calma por lo que fue muy amable y humilde, pero cuando se trataba de reprimir era duro como una piedra. Aunque no tiene nada que ver con Ecuador en esos años de su mandato se creó el Virreinato del Río de la Plata que le quitaba gran extensión al Perú, también fue la Independencia de los Estados Unidos donde hubo participación novohispana, en donde se había impuesto las reformas borbónicas.

En 1778 llegó Joseph García de León que, junto a su hermano, que gobernaba Guayaquil; Ramón García de León, hicieron de Ecuador unos tiempos de paz. Para empezar, durante este tiempo se hablaba mucho de ideas de independencia por lo que había pasado en las trece colonias británicas en Norte América, por lo hecho por Túpac Amaru II en Perú, por lo de los Antonio en Chile, por la rebelión de los comuneros en Colombia, la revolución comunera de Paraguay y por lo que pasaba en Francia.

La economía no era buena, pero los hermanos mostraron mucho apoyo con el pueblo. Además, en estos tiempos las encomiendas eran raras y el trabajo de los indios era muy voluntario. Las intendencias en el Ecuador no tuvieron tanto peso, pero de igual forma seguían gobernando y teniendo cargos importantes los españoles peninsulares. Juan José de Villalengua llegó a Quito en 1784 que destaca por sus obras públicas como hospitales y su hospitalidad con los huérfanos y pobres, fueron otros años pacíficos para el Ecuador, también de estos años es la primera plaza de toros. En 1789 finalizó la Revolución Francesa e inició la Edad Contemporánea.

A finales de la década de 1790 en Ecuador hubo mucho de las ideas independentista, sobre todo en Guayaquil que sintió un gran abandono por parte de los españoles tras el incendio. Fueron años pacíficos donde la administración había venido cambiando con las reformas borbónicas y las intendencias. Con mucho más sentido lo fue cuando se creó el primer periódico en el Ecuador, Primicias de la Cultura de Quito.

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Los hechos resumidos abarcan des del 1700 hasta el 1800

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